Del primero, el cantante samario afirma que "fue un disco revolucionario, pero querido". Lo dice porque desde su salida , recibió todas las críticas posibles.
Sin embargo, cada vez que anunció un nuevo disco "llámese 'La tierra del olvido', 'Tengo fe', 'Déjame entrar' o 'El rock de mi pueblo', le pedían nuevos clásicos.
Solo ahora está de vuelta. El miércoles 30, el álbum estará en los almacenes Éxito, Ley, Pomona, Carulla y Surtimax. La primera canción, 'Qué vaina, las mujeres', de Carlos Huertas, sonará en la radio desde mañana. Por lo pronto, Vives compartió con EL TIEMPO la emoción que le transmiten sus nuevas grabaciones, en Gaira, en Bogotá.
Allí, Vives recordó la grabación del primer volumen. "El primero fue un disco tímido" -dice-. Recuerdo que planteábamos ciertos patrones de batería, grabábamos y estábamos en las mezclas, cuando los productores decían: 'Huy, no. bájale a esa batería. Entiendo lo que quieres hacer, pero la música tropical es otra cosa. O, bueno, no lo quites, pero ponlo más bajito". -Fue 'tímido', pero revolucionario, sí. Pero fíjate que la gente se puso furiosa al principio. Pero cuando empezó a grabarlo Julio Iglesias se les quitó la vaina. No me volvieron a decir que quite la guitarra, que eso no es así.
-¿En qué cambió hacer este disco?
En este disco, como soy el productor, le he dado rienda suelta a poner en práctica lo aprendido, ya no sobre canciones mías sino sobre canciones de viejos compositores. Oirán patrones de batería que van de principio al final, guitarras eléctricas que casan bien con los acordeones, no desaparecen las gaitas. Y también está el cariño que siento por la tradición oral y los viejos compositores que nos dejaron cosas. Estoy viviendo de eso, de lo que dejaron ellos.
-¿Dónde está el espíritu roquero?
Es que no dejamos de ser roqueros. Lo que pasa es que no tenemos que ser roqueros prestados de nadie. A veces me preocupa la juventud que copia por copiar y termina siendo lo que no es. Cuando uno empieza a entender la historia del rock y de los folclores, ve que de la tradición se pueden hacer cosas modernas.
-Muchos en Colombia ya lo entendieron...
Claro. Y serán tan diferentes como nuestra diversidad y nuestra geografía. Es que, si algún país ha hecho la revolución musical en los últimos años, ha sido Colombia.
-Hace 15 años, ¿usted vio venir esa revolución?
No, pero sabía lo que quería hacer. Porque, en últimas, uno como artista tiene que buscar sentirse útil. Hacía baladas y me decían que no iba a funcionar. La industria me desahució y encontré un camino novedoso: mi colombianidad. Yo venía de la Costa y vivía en Bogotá, y ya sabía que algo importante podía pasar si juntaba esos dos mundos en la música. Eso fue 'Clásicos de la Provincia I'.
-¿Por qué tardó tanto en sacar 'Clásicos II'?
Siempre, entre cada álbum existió la posibilidad de hacerlo: O hacemos el clásico o seguimos con el proyecto personal, que en ese momento estaba bien y era importante empujarlo. Además fue también una herramienta de negociación. En la industria decían: "Tus canciones nuevas son buenas, pero no sabemos si van a funcionar. En cambio, los clásicos sí". Y yo decía: No gracias, porque era mi herramienta de presión. Pero, fue un disco muy fácil porque lo vengo haciendo mentalmente hace muchos años.
-¿Cómo desarrolló este disco?
Manuel (Riveira, su manager), me dice: "bueno, regresas. ¿En cuánto tiempo haces el disco?". Entonces llamé a Andrés Castro y le dije que trajera un computador y nos fuéramos con la guitarra, ahí mismo, para Santa Marta. Andrés fue el segundo guitarrista de La Provincia, reemplazó a Teto Ocampo, fue de las personas que creyó en mis planteamientos. Siempre sabe de qué estoy hablando.
-¿Cómo salió la lista de las canciones?
Había una cantidad de canciones buenas. Terminé de hacer la lista de clásicos. Es que esa lista cambió desde hace años, más de 20 veces.
-¿Y qué pasó en Santa Marta?
Llegamos una noche, fue hace como año y medio, y empezamos a montar las cosas con solo guitarra y voz. Hicimos las primeras versiones con arreglos de memoria.
En tres noches, hicimos 15 canciones. Es que la tradición oral a mí no se me olvida y uno saca de la memoria las canciones que le han tocado el corazón a uno.
-¿Cómo escogieron qué versión tomar de modelo?
Después de remembrar lo que queríamos en el disco. Pero oímos las versiones hechas de cada canción. Sabíamos que en tal año Diomedes hizo tal, pero encontrábamos otra anterior del compositor. Y, por regla general, la mejor era la original, la que hizo el viejo, porque de pronto el más nuevo hizo lo que sintió, la cambió y se equivocó, hasta pudo cambiarle la letra?
-¿Cuál era la intención al hacer los arreglos?
Hacer un disco lleno de respeto hacia el trabajo musical de los juglares. Hice lo que habría hecho si hubiera sido el productor de un Juancho Polo. Habría potenciado su idea maravillosa al pasarla del folclor al disco. Hacer el disco fue como estar trabajando para ellos. Creo que a los músicos antiguos les faltó eso, un productor.
-Entre las canciones está 'El pollo vallenato'?
De Luis Enrique Martínez, muy famoso. No hay acordeonista para el que Luis Enrique no haya sido una escuela. Por eso el acordeón que hizo Egidio Cuadrado ahí, siguiendo al pie de letra lo que hacía Martínez, es como si lo hubieras oído toda la vida. 'El pollo vallenato' era su canción punta de lanza, con la que decía: si quieres competir conmigo, tienes que estar a mi altura.
-¿El sonido del álbum tiene un acordeón muy tradicional?
Cada acordeón que van a oír es original. No hay inventos míos. Lo que pasa es que cuando estos acordeones se ponen donde son, los patrones suenan como si estuvieran hechos por uno de los pelados de ahorita, muy modernos. Ay, si Juancho Polo hubiera tenido un productor como yo. Oye la canción 'Sí, sí,sí'. Es que él era un artista. Si Juancho viviera estaría feliz dando entrevistas. Era una figura, tenía orgullo de artista.
-Hay también hay una de Náfer Durán 'Sin ti'....
Cuando yo tenía 10 años, mi mamá y mi papá empezaron a pelear mucho. Uno empieza a darse cuenta de que la vaina va mal. Eso para un niño es una cosa jodida. Yo le cantaba esa canción a mi papá: "Lo que está sintiendo mi sincero corazón, no tengo paciencia, ya no tengo ganas' mi vida está triste".
LAS CANCIONES DEL ÁLBUM
Carlos Vives Clásicos de la Provincia II
1. El Pollo Vallenato - Luis Enrique Martínez
2. Si Si Si - Juancho Polo Valencia
3. Sin Ti - Nafer Durán
4. Que vaina las mujeres - Carlos Huertas
5. Momentos de Amor - Fernando Meneses
6. Confidencias - Gustavo Gutiérrez
7. El Contrabandista - Sergio Moya Molina
8. Frente a mi - Octavio Daza
9. La Parrandita - Leandro Díaz
10. La Bogotana - Rafael Sánchez
11. Mujer Conforme - Máximo Mobil
12. La Colegiala - Julio De La Hossa
13. La caja negra - Rafael Valencia
14. La Muchachita - Alejo Durán
15. Noche sin luceros - Rosendo Romero
Pa' Bajar
Sin embargo, cada vez que anunció un nuevo disco "llámese 'La tierra del olvido', 'Tengo fe', 'Déjame entrar' o 'El rock de mi pueblo', le pedían nuevos clásicos.
Solo ahora está de vuelta. El miércoles 30, el álbum estará en los almacenes Éxito, Ley, Pomona, Carulla y Surtimax. La primera canción, 'Qué vaina, las mujeres', de Carlos Huertas, sonará en la radio desde mañana. Por lo pronto, Vives compartió con EL TIEMPO la emoción que le transmiten sus nuevas grabaciones, en Gaira, en Bogotá.
Allí, Vives recordó la grabación del primer volumen. "El primero fue un disco tímido" -dice-. Recuerdo que planteábamos ciertos patrones de batería, grabábamos y estábamos en las mezclas, cuando los productores decían: 'Huy, no. bájale a esa batería. Entiendo lo que quieres hacer, pero la música tropical es otra cosa. O, bueno, no lo quites, pero ponlo más bajito". -Fue 'tímido', pero revolucionario, sí. Pero fíjate que la gente se puso furiosa al principio. Pero cuando empezó a grabarlo Julio Iglesias se les quitó la vaina. No me volvieron a decir que quite la guitarra, que eso no es así.
-¿En qué cambió hacer este disco?
En este disco, como soy el productor, le he dado rienda suelta a poner en práctica lo aprendido, ya no sobre canciones mías sino sobre canciones de viejos compositores. Oirán patrones de batería que van de principio al final, guitarras eléctricas que casan bien con los acordeones, no desaparecen las gaitas. Y también está el cariño que siento por la tradición oral y los viejos compositores que nos dejaron cosas. Estoy viviendo de eso, de lo que dejaron ellos.
-¿Dónde está el espíritu roquero?
Es que no dejamos de ser roqueros. Lo que pasa es que no tenemos que ser roqueros prestados de nadie. A veces me preocupa la juventud que copia por copiar y termina siendo lo que no es. Cuando uno empieza a entender la historia del rock y de los folclores, ve que de la tradición se pueden hacer cosas modernas.
-Muchos en Colombia ya lo entendieron...
Claro. Y serán tan diferentes como nuestra diversidad y nuestra geografía. Es que, si algún país ha hecho la revolución musical en los últimos años, ha sido Colombia.
-Hace 15 años, ¿usted vio venir esa revolución?
No, pero sabía lo que quería hacer. Porque, en últimas, uno como artista tiene que buscar sentirse útil. Hacía baladas y me decían que no iba a funcionar. La industria me desahució y encontré un camino novedoso: mi colombianidad. Yo venía de la Costa y vivía en Bogotá, y ya sabía que algo importante podía pasar si juntaba esos dos mundos en la música. Eso fue 'Clásicos de la Provincia I'.
-¿Por qué tardó tanto en sacar 'Clásicos II'?
Siempre, entre cada álbum existió la posibilidad de hacerlo: O hacemos el clásico o seguimos con el proyecto personal, que en ese momento estaba bien y era importante empujarlo. Además fue también una herramienta de negociación. En la industria decían: "Tus canciones nuevas son buenas, pero no sabemos si van a funcionar. En cambio, los clásicos sí". Y yo decía: No gracias, porque era mi herramienta de presión. Pero, fue un disco muy fácil porque lo vengo haciendo mentalmente hace muchos años.
-¿Cómo desarrolló este disco?
Manuel (Riveira, su manager), me dice: "bueno, regresas. ¿En cuánto tiempo haces el disco?". Entonces llamé a Andrés Castro y le dije que trajera un computador y nos fuéramos con la guitarra, ahí mismo, para Santa Marta. Andrés fue el segundo guitarrista de La Provincia, reemplazó a Teto Ocampo, fue de las personas que creyó en mis planteamientos. Siempre sabe de qué estoy hablando.
-¿Cómo salió la lista de las canciones?
Había una cantidad de canciones buenas. Terminé de hacer la lista de clásicos. Es que esa lista cambió desde hace años, más de 20 veces.
-¿Y qué pasó en Santa Marta?
Llegamos una noche, fue hace como año y medio, y empezamos a montar las cosas con solo guitarra y voz. Hicimos las primeras versiones con arreglos de memoria.
En tres noches, hicimos 15 canciones. Es que la tradición oral a mí no se me olvida y uno saca de la memoria las canciones que le han tocado el corazón a uno.
-¿Cómo escogieron qué versión tomar de modelo?
Después de remembrar lo que queríamos en el disco. Pero oímos las versiones hechas de cada canción. Sabíamos que en tal año Diomedes hizo tal, pero encontrábamos otra anterior del compositor. Y, por regla general, la mejor era la original, la que hizo el viejo, porque de pronto el más nuevo hizo lo que sintió, la cambió y se equivocó, hasta pudo cambiarle la letra?
-¿Cuál era la intención al hacer los arreglos?
Hacer un disco lleno de respeto hacia el trabajo musical de los juglares. Hice lo que habría hecho si hubiera sido el productor de un Juancho Polo. Habría potenciado su idea maravillosa al pasarla del folclor al disco. Hacer el disco fue como estar trabajando para ellos. Creo que a los músicos antiguos les faltó eso, un productor.
-Entre las canciones está 'El pollo vallenato'?
De Luis Enrique Martínez, muy famoso. No hay acordeonista para el que Luis Enrique no haya sido una escuela. Por eso el acordeón que hizo Egidio Cuadrado ahí, siguiendo al pie de letra lo que hacía Martínez, es como si lo hubieras oído toda la vida. 'El pollo vallenato' era su canción punta de lanza, con la que decía: si quieres competir conmigo, tienes que estar a mi altura.
-¿El sonido del álbum tiene un acordeón muy tradicional?
Cada acordeón que van a oír es original. No hay inventos míos. Lo que pasa es que cuando estos acordeones se ponen donde son, los patrones suenan como si estuvieran hechos por uno de los pelados de ahorita, muy modernos. Ay, si Juancho Polo hubiera tenido un productor como yo. Oye la canción 'Sí, sí,sí'. Es que él era un artista. Si Juancho viviera estaría feliz dando entrevistas. Era una figura, tenía orgullo de artista.
-Hay también hay una de Náfer Durán 'Sin ti'....
Cuando yo tenía 10 años, mi mamá y mi papá empezaron a pelear mucho. Uno empieza a darse cuenta de que la vaina va mal. Eso para un niño es una cosa jodida. Yo le cantaba esa canción a mi papá: "Lo que está sintiendo mi sincero corazón, no tengo paciencia, ya no tengo ganas' mi vida está triste".
LAS CANCIONES DEL ÁLBUM
Carlos Vives Clásicos de la Provincia II
1. El Pollo Vallenato - Luis Enrique Martínez
2. Si Si Si - Juancho Polo Valencia
3. Sin Ti - Nafer Durán
4. Que vaina las mujeres - Carlos Huertas
5. Momentos de Amor - Fernando Meneses
6. Confidencias - Gustavo Gutiérrez
7. El Contrabandista - Sergio Moya Molina
8. Frente a mi - Octavio Daza
9. La Parrandita - Leandro Díaz
10. La Bogotana - Rafael Sánchez
11. Mujer Conforme - Máximo Mobil
12. La Colegiala - Julio De La Hossa
13. La caja negra - Rafael Valencia
14. La Muchachita - Alejo Durán
15. Noche sin luceros - Rosendo Romero
Pa' Bajar
Y un video de la canción El Pollo Vallenato - Luis Enrique Martínez
A mas tardar mañana les tengo el cd completo!
A mas tardar mañana les tengo el cd completo!
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